EL CAFÉ CARIBEÑO

Cafe de Venezuela

No resulta para nada extraño que según diversas fuentes se documente el hecho de que el café llegó a Venezuela con los primeros misioneros españoles, quienes en 1730 realizaron la primera siembra en el río Caroní. Dicha siembra fue realizada con semillas que provenían de Brasil, que a su vez eran originarias de Surinam.
Más o menos en 1740 este árbol se logró sembrar en ciudades como Caracas, y para los años 80 de este mismo siglo se levantaron en Chacao las primeras plantaciones cafetaleras en la hacienda Blandín.
Esta expansión se fue dando poco a poco desde 1730 a 1830, lo cual generó un cambio progresivo y crucial en la cultura productiva venezolana de la época: el cacao dejó de ser el principal rubro de exportación dentro de la economía del país. Este hecho produjo varios cambios socioeconómicos a nivel de producción.

Durante el siglo XIX el café ya había viajado por casi toda Venezuela, asentándose en lugares como Caracas, Aragua, y especialmente los Andes, pero para mediados de estos cien años su precio a nivel mundial no era muy alto. Fue a finales del mismo que éste alcanzó uno más elevado, afectando positivamente a los países que habían evolucionado en el arte de cultivarlo, entre ellos Venezuela.
A pesar de que la cultura petrolera comenzaba a hacerse sentir con fuerza, esto no impidió que a finales del siglo XIX el nuestro café lograra su mayor reconocimiento a nivel internacional, y durante los primeros trece años del siglo XX aproximadamente, Venezuela ocupó varios puestos dentro del top 10 de productores del mundo.
La localidad de Biscucuy, tiene una vida económica que gira alrededor de la producción cafetera y desde hace un tiempo, también del turismo. De hecho, Biscucuy es el primer productor venezolano con una extensión aproximada de 16.000 hectáreas dedicadas a este cultivo, y una producción media de 110.000 quintales al año. El pueblo está al pie de la Sierra de Portuguesa en la cordillera andina. Y es precisamente esta ubicación, la composición del terreno y las condiciones climáticas de la zona, las que hacen propicio allí el cultivo de uno de los mejores de Venezuela.

El café de Biscucuy es uno muy aromático, delicado y agradable en la boca, cultivado bajo sombra, entre los 900 y 1.200 metros de altura. En la mayoría de los casos no se utilizan fertilizantes tóxicos y en todos se recoge el fruto 100% maduro que es lavado como mínimo durante 4 horas. Posteriormente es secado al sol y almacenado en pergamino por 2 meses a través de sacos de sisal con menos de un 12% de humedad.

EL CAFÉ DOMINICANO:

La producción de café en la República Dominicana se remonta a principios de 1700, mucho antes que en Venezuela ( 1730), México ( 1710) y Colombia ( 1790), Brasil ( 1727), Panama (1742).

El café dominicano comenzó a exportarse en 1872. A principios del siglo XX se cultivaba en todo el Cibao, principalmente en el distrito de Puerto Plata.
La producción de café en la República Dominicana se remonta a principios del siglo XVIII. Existen dos relatos populares con historias contrapuestas sobre cómo comenzó la producción de café.
La primera historia señala al oficial de la marina francesa y posiblemente el primer aficionado al café del mundo, Gabriel de Clieu, un hombre que trajo granos a la República Dominicana y al resto del Caribe. La segunda historia se remonta a principios del siglo XVIII, cuando inmigrantes españoles trajeron café de Martinica para comerciar con la población local.

Los granos de café de la República Dominicana son principalmente arábicas. Son famosos por su delicado sabor y su dulzor natural. Aproximadamente el setenta por ciento de los granos de café que se producen en el mundo son arábicas, por lo que no es de extrañar que la República Dominicana exporte granos arábicas. Por el contrario, menos del dos por ciento de los granos de café de la República Dominicana se clasifican como Robusta.

Las principales regiones cafeteras de la República Dominicana son:
El Cibao
se encuentra en la región norte de la República Dominicana. La gente adora el café del Cibao por su baja acidez, su cuerpo y su sabor dulce y a nuez. El Cibao está muy elevado. Por ello, es perfecto para la producción de café.
Bani se encuentra en la región meridional de la República Dominicana. Bani suele producir cafés más suaves y melosos. El café de Bani y el de Haití son muy similares. Debido a la importante pluviosidad de Bani, tiene un suelo enriquecido y extremadamente fértil que es magnífico para el cultivo del café.
Ocoa se encuentra en la región meridional del país. Las fincas de Ocoa producen cafés más suaves, que la gente suele comparar con los de Haití. Ocoa tiene una temperatura media de unos 90 grados durante los meses de cultivo, lo que la hace perfecta para la producción de café.
Barahona se encuentra en la zona suroeste de la nación y sigue siendo un café popular dentro de la República Dominicana. Los aficionados al café adoran el café Barahona por su rico sabor, alta acidez y cuerpo más pesado. A menudo se compara al café de Barahona con los mejores cafés de Jamaica.
La zona de Juncalito se encuentra en el centro de la República Dominicana. Goza de un clima agradable, con un paisaje de altas montañas. La gente adora el café de Juncalto por los toques afrutados de las frutas tropicales de la zona.
Azua se encuentra en el sur de la República Dominicana. Los agricultores se dedican principalmente al cultivo de azúcar. Sin embargo, la fértil región montañosa también es fantástica para cultivos de café sanos y sabrosos granos de café.

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