El principal cultivo de oleaginosas en España es el girasol, con un porcentaje en superficie cercano al 90%.
Nuestro aceite de girasol tiene como característica destacada un alto contenido en vitamina E. Es un potente antioxidante que protege al cuerpo de la acción de los radicales libres. También es conocido por su cantidad de ácidos grasos poliinsaturados, que previenen las enfermedades cardiovasculares. Su consumo moderado reporta beneficios en la salud cutánea, la artritis y la prevención del colesterol. Además, posee propiedades antiinflamatorias para paliar dolores en articulaciones y huesos.
Su uso es ampliamente extendido en la elaboración de pan, galletas, bizcochos y otros alimentos, como la mayonesa y las salsas, porque aporta textura y acompaña los sabores.
El aceite de girasol es perfecto para freír porque soporta temperaturas de más de 170° sin perder sus propiedades. Como su sabor es más neutro, no agrega sabores a la preparación.
El aceite de girasol alto oléico proviene de una nueva variedad de girasol rica en ácidos grasos, que ofrecen más estabilidad ante las altas temperaturas, incluso hasta los 200°. El porcentaje de ácido oléico es tan alto que tiene niveles similares a los del aceite de oliva, por lo que sus propiedades son parecidas.
Este tipo de aceite de girasol conocido como alto oleico alto esteárico (AOAE) es cada vez más usado en restauración debido a sus propiedades culinarias y sus numerosos beneficios. Es utilizado como aceite para freír porque resiste muy bien el cambio de temperatura en las freidoras. Además, no pierde sus propiedades ni sus nutrientes, tiene un sabor neutro que enfatiza el sabor del alimento frito y no hace espuma, humo ni genera malos olores. La textura de los ingredientes queda crujiente durante más tiempo.